26 de Abril de 1968. El día que marco la historia de Club Sirio Libanés, cuando un grupo de dirigentes firmaron el contrato que ponía en posesión  a la institución de 62 hectáreas de campo en un lugar que consideraron estratégico, a pocos minutos del centro comercial de la ciudad.

En ese abril del ´68  comenzó a rodar el sueño y a forjarse la Ciudad Deportiva de Club Sirio Libanés, ese soñado  paraíso enclavado en plena pampa húmeda, en Pergamino, la Perla del Norte de la Provincia de Buenos Aires.
El club que con tan sólo 38 años de vida se ganó la confianza y la estima del pueblo pergaminense, se permitió una vez más concretar sus ideales, mantenerse firme en sus bases y avanzar hacia una de las obras más imponente de la época, esa misma que algunos calificaron como una imaginación irrealizable.

Los visionarios de entonces, pretendían que ese predio se utilizara para cimentar un complejo deportivo que fuera el orgullo de la ciudad y para toda la colectividad sirio-libanesa.

En tan sólo quince días se vendieron 250 lotes y se pagó el valor del campo completo, se distribuyeron 10 hectáreas para el complejo deportivo, 32 para la cancha de golf y 150 lotes de posición sobre un inmenso parque.

El predio se pensó desde tres perspectivas, las primeras 40 hectáreas destinadas al complejo deportivo, contando con cancha de basquetbol, fútbol, bochas, pelota a paleta, tenis, rugby, hockey, equitación y golf, estas dos últimas serían las primeras en Pergamino. Piletas de natación, una para niños y otra formando una especie de lago irregular, de 90 cm de profundidad, con fuente de renovación de agua y bordeando el edificio central; cine al aire libre, etc.

También se pensó en una sede central que contaría con salón comedor al estilo oriental, salón de baile, salas para familias, biblioteca, guardería infantil, peluquería para damas y caballeros, juegos interiores de billares y más. Dos playas de estacionamiento, parrilleros, juegos infantiles.

Por último, entre las perspectivas de diseño, se contaba con 400 lotes que constituyen la Ciudad Deportiva, donde se permitiría a los socios la construcción de casas tipo chalet con estilo a elección del propietario, no pudiendo construir muros, tabiques ni obstáculos de separación entre lotes.
Una avenida circunvalación de 7 metros de ancho y 4 km de largo que rodearan el complejo, paralelo a un sendero con doble hilera de árboles, con amplios espacios verdes intercalados para descanso y recreación.

Para el ordenamiento de las actividades que debían encaminarse se pensó realizar los trabajos en dos partes, una primera que fijaba el Plan A, comprendiendo zonificación, proyección y adjudicación de lotes. Y un Plan B que comprendía los trabajos de infraestructura.

Los directivos lograron que en tan sólo ocho meses se llevaran a cabo trabajos que normalmente llevarían tres o cuatro años, y a partir de allí, se fijaron la meta de finalizar las obras en el término de cinco años.

Los propósitos de construir la Ciudad Deportiva se centraron en hacer de Pergamino un lugar turístico obligado, un acercamiento familiar y construir un lugar de sano esparcimiento para grandes y chicos y crear fuentes de trabajo.

“Lo que hemos ideado no es una obra hecha con fines excluyentes, es para todo el pueblo de Pergamino” expresó Fahim Auil.

Años
Hectáreas
Familias
+
Único campo de golf de la ciudad
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El diseño de la cancha, de los planos y del predio estuvo a cargo del afamado arquitecto Amancio Williams y el primer profesional que tuvo nuestro Club (por corto tiempo) fue Díaz Vélez, quien vino desde Mar del Plata.

Los miembros de la primera Sub-Comisión de Golf fueron Alfredo Adba y Julio Maiztegui, como presidente y vice;  Tomás Ramella, Albornoz, Aguirre y Daniel Scotti como Capitán de Cancha.

La cancha se inauguró oficialmente en 1973 inscribiéndose en la Asociación Argentina de Golf.

26/04/68: Se firma el Boleto de Compra Venta del terreno de la Ciudad Deportiva.

Predio de 62 hectáreas.

12/05/68: Se colocó la piedra fundamental de la CD,